20.04.2023.- La Amazonía ha sido históricamente percibida como una tierra de promisión y fuente de materias primas para el mercado global. Desde la primera colonización hasta nuestros días, se ha explotado su territorio para la obtención de diferentes recursos (la minería, la madera, la carne, la agricultura y los hidrocarburos). En la última década, la necesidad de aumentar la producción de minerales críticos para la transición energética ha acentuado dicha tendencia generando la paradoja de que la transición verde tal y como se está planteando requiere aumentar la extracción, con los impactos que ello conlleva.
Hoy tenemos el gusto de presentar la investigación Transición energética, expansión minera y conflictos ecosociales en la Amazonía fruto del trabajo conjunto del Centro de Ética Aplicada de la Universidad de Deusto y la Fundación Alboan, en colaboración con organizaciones locales como el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (RIMISP) y el Servicio Agropecuario para la Investigación y Promoción Económica (SAIPE).
Este trabajo de investigación, coordinado por Javier Arellano-Yanguas y María del Pilar Bernal-Gómez, surge de la necesidad de proponer respuestas útiles en el marco del debate sobre la transición energética y sus consecuencias en las poblaciones amazónicas afectadas por operaciones mineras. Sus objetivos son evitar el deterioro de las condiciones de vida de las comunidades indígenas, garantizar sus derechos y frenar los daños ecológicos a gran escala producidos por la minería.
El informe se divide en dos capítulos que abordan aspectos complementarios referentes a los procesos de extracción de recursos minerales en la Amazonía o en cabeceras de los ríos que alimentan la cuenca Amazónica. El primer capítulo hace una revisión de la literatura sobre los impactos adversos de la extracción minera en la Amazonía y las dinámicas de conflicto que genera con las poblaciones locales indígenas y/o campesinas. Complementa estos hallazgos con el análisis de dos casos concretos en el territorio amazónico, el de la Compañía Minera Afrodita en la Cordillera del Cóndor (Perú) y el de la empresa minera Líbero Cobre en Mocoa (Colombia); el segundo capítulo, por su parte, se centra en el Proyecto Mocoa, y profundiza en la resistencia de las poblaciones amazónicas ante los proyectos mineros.
El marco temporal en el que se mueven ambos casos de estudio es diferente. El primero de ellos, el de la Compañía Minera Afrodita en Perú, se remonta a finales de los años noventa y su desarrollo durante la primera década del siglo XXI es conocida y está bien documentada. El segundo, relativo a la entrada de la empresa Líbero Cobre en la Amazonía colombiana es mucho más reciente y, por lo tanto, menos conocido. No obstante, ambos son muy significativos porque, a pesar de que en ninguno de los dos las operaciones mineras han llegado a pasar de la fase de exploración, se aprecian impactos negativos de largo alcance.
“La investigación muestra cómo la minería puede llegar a generar impactos negativos de larga duración incluso antes de que se llegue a extraer el mineral”
Estos impactos negativos anticipados a la fase de extracción están relacionados con: la decepción de las expectativas generadas por las empresas; la división deliberada de las comunidades; la pérdida de confianza de la población local en las instituciones públicas; y la aparición de otros problemas sociales asociados (inmigración masiva, dependencia económica, desigualdad de género). Dinámicas que, en muchos casos, terminan facilitando la entrada de agentes externos en el territorio dedicados a explotar de manera ilegal los minerales (el oro fundamentalmente) agravando así los problemas mencionados.
En los casos estudiados, tanto en Perú como en Colombia es patente el estallido del conflicto como resultado de intereses antagónicos en una materia tan sensible como los proyectos mineros. Esta situación a menudo deriva en enfrentamientos violentos que generan pérdida de vidas, sufrimiento, destrucción de capital social y deslegitimación de las instituciones. Los dos países cuentan con un sistema de protección legal cuya aplicación podría evitar parte de estos problemas, pero a la hora de la verdad, en muchas ocasiones se prima la inversión a corto plazo frente al respeto de los derechos de las comunidades locales, especialmente en el caso de las poblaciones indígenas.
El análisis prioriza, en este sentido, la capacidad de los pueblos indígenas y las poblaciones locales para defender su territorio, incluyendo el uso de mecanismos legales por su parte para hacer frente a la ambición y a los abusos de las empresas mineras. El estudio constata que la protección medioambiental de la Amazonía sólo será posible desde la construcción de alianzas nacionales e internacionales que permitan articular prácticas de litigio estratégico para la defensa del territorio propio, tomando como referencia su reconocimiento en el ordenamiento jurídico.
Asimismo, también se analizan otras estrategias complementarias, como aquellas orientadas a la seguridad de la población y el control de las actividades de la empresa sobre el territorio, así como estrategias orientadas a la inclusión social y económica de las comunidades que allí habitan. En este sentido, los autores recomiendan entre otras cosas poner en el centro los Planes de Vida Indígena para entender la protección territorial en clave holística, como proponen los pueblos indígenas.
Puedes acceder al informe completo y el documento de análisis y recomendaciones políticas en los siguientes enlaces:
ESP – Transición Enegética, Expansión Minera y Conflictos Ecosociales en la Amazonia
ESP – Documento de Análisis y Recomendaciones Políticas
ENG – Transición Energética, Expansión Minera y Conflictos Ecosociales en la Amazonia
EUS – Transición Energética, Expansión Minera y Conflictos Ecosociales en la Amazonia
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